• Entre el 29 de noviembre y el 3 de diciembre, el Ballet de Santiago presentará un programa triple que permitirá, en una misma noche, apreciar y disfrutar del lenguaje y belleza de tres coreógrafos.
  • Autor de un sello particular, Kylián marcó el desarrollo de la danza del siglo XX. Con Petite mort, que cuenta con música de W. A. Mozart, el reconocido artista checo reflexiona en torno al placer y la brevedad de la vida. Su montaje está a cargo del maestro vasco Urtzi Aranburu.  
  • En tanto, la versión de Paquita del director artístico del Ballet de Santiago, Luis Ortigoza, pone a prueba el virtuosismo de los intérpretes en un marco de gran belleza clásica. Réquiem para una rosa, obra de la belga-colombiana Annabelle Lopez Ochoa reconocida como Mejor Montaje de 2021 por el Círculo de Críticos de Arte de Chile, completa una noche inolvidable.

El Teatro Municipal de Santiago va cerrando su temporada artística 2022 y, con esta, la actividad de sus tres cuerpos estables. Entre el 29 de noviembre y el 3 de diciembre será el turno del Ballet de Santiago, que antes de las funciones del popular Cascanueces presentará un atractivo programa mixto en estilos, compuesto por una obra clásica y dos creaciones contemporáneas.

Se trata de Trilogía, una apuesta que contempla los títulos Paquita, con coreografía firmada por el director artístico del Ballet de Santiago, Luis Ortigoza; Réquiem para una rosa, obra de la belga-colombiana Annabelle López-Ochoa cuya presentación en el Municipal de Santiago fue reconocida como el Mejor Montaje de 2021 por el Círculo de Críticos de Arte de Chile y quien tendrá a cargo la creación de Callas, la divina, un estreno mundial en la Temporada 2023; y Petite mort, estreno absoluto para la compañía del prestigioso coreógrafo checo Jiří Kylián que cuenta con el montaje de su estrecho colaborador, el maestro vasco Urtzi Aranburu.

«Con este nuevo programa podremos apreciar la versatilidad y expresividad del cuerpo de baile y los solistas de la compañía, quienes darán vida a Paquita y a dos obras de grandes creadores contemporáneos, Réquiem para una rosa y Petite mort«, dice Luis Ortigoza, director artístico del Ballet de Santiago. «En el caso de esta última, se trata de una joya coreográfica de Jiří Kylián, uno de los creadores de danza vivos más importantes del mundo. Para nosotros es un honor que se integre a nuestro repertorio con este imperdible título».

«Trilogía», una apuesta con acento contemporáneo

Estrenada en la Ópera de París en 1846, Paquita fue creado por Joseph Mazilier y relata la historia de amor entre la joven bailarina gitana Paquita y el oficial galo Lucien d’Hervilly, durante la ocupación napoleónica en España. Pero fue la versión que Marius Petipa creó para el Teatro Imperial Bolshoi Kamenny en 1881 que popularizó esta obra, añadiendo el popular Grand Pas Classique en el tercer acto. Fiel al estilo y lenguaje propio de Petipa, la versión coreográfica de Luis Ortigoza intenta conservar la depuración técnica y la elegancia del Grand Pas Classique original, aun cuando incorpora algunas transformaciones que contribuyen a garantizar el lucimiento de los cuerpos de baile femeninos y masculinos por igual. La música es de Édouard Deldevez y Ludwig Minkusc, con arreglos de Albena Dobreva.

Réquiem para una rosa, en tanto, es una obra de Annabelle López-Ochoa, premiada coreógrafa belga-colombiana cuyo cuerpo de trabajo abarca diversas obras inspiradas en mujeres, entre ellas Frida, Doña Perón y Chanel, y que la ha llevado a trabajar con el Ballet Nacional Holandés, Ballet Nacional de Inglaterra, Ballet Nacional de Cuba, Ballet de San Francisco y Ballet de la Ciudad de Nueva York. Ese sello femenino también estará en Réquiem para una rosa, obra musicalizada por el romanticismo de F. Schubert que explora la naturaleza transitoria del romance trayendo a escena a 12 bailarines en la forma de un ramo de rosas rojas, quienes giran en torno a un solo latido interpretado por la bailarina número 13: Venus, la diosa del amor, la belleza y el deseo.

Por su parte, Petite mort cuenta con coreografía y escenografía del reconocido artista checo Jiří Kylián y música de W. A. Mozart. Figura esencial de la danza del siglo XX, Kylián estrenó esta obra junto a la compañía Nederlands Dans Theater en 1991 en el marco del Festival de Salzburgo y ahora se integra con ella al repertorio del Ballet de Santiago. En ella explora temas como el placer, la brevedad de la vida y la certeza y universalidad de la muerte. Su reposición está a cargo del maestro vasco Urtzi Aranburu, quien ha trabajado estrechamente con Kylián y otros coreógrafos de renombre montando sus obras para las principales compañías del mundo, entre ellas los ballets de Montecarlo, Stuttgart, Teatro La Scala de Milán, Ópera de Lyon y Hubbard Street Dance Chicago.

Funciones:

Martes 29 de noviembre – 19:00 horas
Miércoles 30 de noviembre – 19:00 horas
Jueves 01 de diciembre – 19:00 horas
Viernes 02 de diciembre -19:00 horas
Sábado 03 de diciembre – 19:00 horas

Entradas disponibles en www.municipal.cl.

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