En esta tercera temporada de «Sin Parche», Santiago Pavlovic debutó con Jorge “Chino” Navarrete. Juntos van escarvaron en la vida de este humorista recorriendo diferentes lugares que marcaron su camino.
Navarrete nació en Santiago, pero se crió en Limache, ya que su padre era Jefe de Estación de la ciudad. Ingresó a la política juvenil, terminó sus estudios secundarios y entró a estudiar Filosofía en la U. de Chile de Valparaíso. A comienzos de 1970, postergó los estudios y empezó a trabajar en un Banco; participó más activamente en la política e incluso fue presidente del Comité de Unidad Popular del Banco.
La popularidad ganada en la política le traería problemas a «Chino» una vez llevado a cabo el golpe de Estado en el país en 1973.
“Golpean la puerta y entran con las caras pintadas. ‘Ya, vamos’ y nos sacan de ahí, con las manos en la nuca”, recuerda Navarrete sobre su detención, para luego ser llevado al Estadio Playa Ancha, donde fue interrogado.
Posteriormente es trasladado hacia el muelle para embarcarse, junto a otros prisioneros, en la bodega de un barco. Jorge rememoró que cuando el barco se pone en marcha sin rumbo conocido un compañero dice: «yo sé de navegación, tenemos 7 horas de vida».
«Imaginaba que me iban a poner una soga en el cuello y me iban a lanzar al mar con una piedra. Fueron fatídicas 7 horas”, señaló «Chino, quien añadió que “al otro día se abre la escotilla, baja un marino y nos dice ‘señores, ustedes son prisioneros de guerra y van con destino a Pisagua’”.
Justamente, acompañado de Santiago Pavlovic, Navarrete vuelve a Pisagua, donde pasó cerca de 40 días detenido en 1973. “Creíamos que veníamos a un pueblo donde íbamos a estar relegados en la condición de sueltos. Entramos a una cárcel donde no había camarotes, no había nada más que celdas vacías”, indicó.
Al término de su infierno en Pisagua, Jorge recuerda que miraba ansioso por un agujero el mar esperando el barco que lo llevaría de vuelta. “Podemos estar en la cárcel más oscura, pero siempre habrá un orificio por donde entre una esperanza”, reflexionó el humorista.
Una vez de vuelta a la vida cotidiana, Navarrete empezó a animar en locales nocturnos, sin embargo, la abstinencia obligada en Pisagua dio paso a uno de los más amargos episodios de su vida: el alcoholismo, aunque también reconoció haber tenido otros vicios en esos años.
De todas formas, ‘Chino’ logró superar el alcoholismo. Alcanzó un gran éxito en la televisión como con su sección ‘Alegría 86’ donde impulsó a principiantes como Bombo Fica o su paso por TVN, donde condujo ‘Buenos Días de Buen Humor’ con Paulina Nin. Además, se presentó en el Festival del Huaso de Olmué y Viña del Mar.
Como lo ha sido en toda su vida, Navarrete tuvo que pasar un duro momento hace 7 años, cuando le diagnosticaron cáncer a la próstata. En esa oportunidad, le dieron cuatro años de vida. Para combatir el cáncer consume Enzalutamida, un medicamento costoso que el año pasado no pudo comprar. “Vino el estallido social y la pandemia (…), se me cayeron mis pegas, se cayó todo y nunca más pude recurrir al remedio”, confesó Jorge
Aprovechando sus estudios de psicología, su mochila cargada con las más duras experiencias y su historia de resiliencia, el ‘Chino’ se dedicó a realizar charlas motivacionales. Durante la pandemia, escribió ‘El Secreto de un Chino sin Corona», obra que practica con dos músicos en el restaurante de un amigo y en donde Pavlovic se animó a cantar a duo.